En San Pol de Mar y el barrio Manzanares-Casa de Campo en Madrid, los vecinos están descontentos con la peatonalización iniciada en 2021. Cuatro años después, denuncian que la medida ha traído más problemas que beneficios: dificultades para aparcar, complicaciones en la carga y descarga, retrasos en autobuses como las líneas 75 y 41, incremento del ruido y riesgos de seguridad.
En Manzanares, la vicepresidenta de la Asociación Vecinal, Ángeles, señala accesos peligrosos a la M30, aceras estrechas que afectan la circulación de autobuses y la falta de espacio para emergencias como incendios.
Los residentes piden revertir el proyecto, argumentando que no responde a las necesidades reales del barrio, como arreglar el río Manzanares o las aceras. La asociación vecinal lleva meses reclamando soluciones a la Junta Municipal sin éxito, mientras más vecinos se suman a las protestas.