Tragedia en Alcalá de Henares. Un niño de sólo dos años ha sido atacado gravemente por el pitbull de la familia, en la vivienda okupada donde vive el padre en el Camino de la Esgaravita en Alcalá de Henares. Ocurrió el pasado sábado a las ocho de la noche.
El perro, que pertenecería al padre del pequeño, le ha desfigurado la cara. Tenía chip pero no licencia de animal peligroso ni tampoco tenía puestas todas las vacunas.
El pequeño presentaba varias heridas incisas en mejillas y cráneo, con desgarros. El niño tuvo que ser trasladado a La Paz por la gravedad de las heridas, aunque su vida no corre peligro. Le han tenido que reconstruir la cara y se encuentra estable.
Buenos Días Madrid ha hablado con el padre del niño, quien tuvo que sacar la cara del pequeño de la boca del pibull. "Fue un segundo de nada. Fui a coger las llaves y escuche un gruñido". El perro había lanzado un dentellada al pequeño, mordiéndole la cara. El padre, en un segundo, liberó al niño, abriéndole la mandíbula al animal y salió corriendo en busca de ayuda. La rapidez con que actuó le salvó la vida al pequeño, según le comentaron los médicos.
Él no encuentra explicación a los sucedido y dice que el perro, de unos tres años, nunca había tenido un comportamiento de agresividad y conoce al pequeño desde bebé. "El niño quería estar con el perro, y se había pasado el día anterior y la tarde jugando con el perro", dice atenazado por un sentimiento de culpabilidad tras el accidente ocurrido. "Ojalá me hubiera pasado a mí".