A pesar de que la ley puso coto a la proliferación de las casas de apuestas, hay un calle en Madrid donde el juego sigue siendo el negocio predominante, se trata de la calle Bravo Murillo donde encontramos hasta 18 locales destinados a las apuestas en un paseo de apenas 15 minutos, concretamente desde la glorieta Cuatro Caminos hasta la plaza de Castilla.
El aumento de estos salones está también estrechamente relacionado con el aumento de la prostitución en la zona ya que son muchos los hombres jugadores que acuden a estos servicios con mujeres después de un ‘buen’ o ‘mal’ día de apuestas.
En 120 Minutos hemos hablado con Marcos Agudo, ludópata inactivo, que ahora advierte de los riesgos de que los jóvenes empiecen a apostar a edades tempranas, aunque lo hagan en pequeñas cantidades.
Marcos además afirma que para las personas que han dejado de jugar y que, señala, “pueden volver a caer en cualquier momento”, no es nada sencillo y “no ayuda” salir a la calle a pasear y encontrar una casa de apuestas en cada esquina.