Carmelo es un pensionista de 70 años que alquiló un piso heredado, pero al poco tiempo sus inquilinos dejaron de pagar hasta acumular una deuda de 60.000 euros: "El desamparo que vivo por parte de las Administraciones es absoluto".
Este madrileño heredó el piso de sus padres en Hortaleza tras su fallecimiento y tras reformarlo, decidió poner en alquiler, una decisión que ahora le atormenta ya que, al poco tiempo, las inquilinas, dos hermanas, empezaron a retrasarse con los pagos y con la llegada de la pandemia dejaron de abonar el alquiler.
Cinco años después, Carmelo sigue intentando echar a estas inquiokupas de su casa, y hasta ha pegado carteles por el barrio contando su situación, muestra de la desesperación que siente al ver que pasan los días y continúa aumentando la deuda, a pesar de que, en un principio estas dos hermanas disponían de nómina y hasta les pidió un aval que no ha servido de nada.
Además, este madrileño denuncia que a una de las inquiokupas la han declarado persona vulnerable "en unas condiciones no muy clarificadoras de cómo se había llevado a cabo el protocolo".
