A pesar de las repetidas campañas y advertencia, el consumo de alcohol y drogas sigue estando muy presente en los conductores cuando se ponen al volante, hasta el punto de que más de la mitad de los fallecidos en carretera en 2023 dieron positivo en el examen toxicológico, es decir, habían consumido antes de conducir.
Y es que, como decíamos, a pesar de la información de la que disponemos hoy en día sobre los efectos de los estupefacientes en los conductores y las campañas de concienciación, el consumo al volante no ha parado de aumentar en los últimos 20 años.
Si repasamos su evolución, en 2003, las personas que daban positivo eran el 37%. En los años posteriores este porcentaje ha ido subiendo y bajando, pero en 2021 los datos se disparan hasta el pasado 2023 cuando se batieron todos los récords al descubrir que 5 de cada 10 de los conductores fallecidos al volante habían dado positivo.
Además, en 2022, en el 16% de los casos los que habían tomado alcohol también habían consumido drogas, en el 7% psicofármacos y en el 3,5% de los casos se había mezclado todo: alcohol, drogas y medicamentos.
Y un dato más, el 72% de los conductores que se dejaron la vida en el asfalto superaba una tasa alcohol de 1,2 gramos por litro en sangre cuando el máximo, en 2022, era 0,5, es decir, duplicaban la tasa, una circunstancia que se dio, sobre todo, en personas jóvenes, de entre 25 y 56 años.
En 120 Minutos hemos hablado con Silvia Ubago, responsable de Formación de la Fundación RACE, solita más medida para atajar este problema porque, afirma, "con la medida sancionadora no es suficiente".
Ubago nos ha contado cómo los sistemas de ayuda a la conducción de los vehículos que pueden reconocer si el conductor ha consumido pueden ser eficaces pero destaca la importancia de empezar por la "educación desde que somos niños" para saber las consecuencias del consumo de sustancias como alcohol, drogas o psicofármacos antes de coger el coche.