La Asociación de Fútbol de Groenlandia enviará una delegación a Estados Unidos el mes próximo para iniciar las negociaciones para ingresar a la CONCACAF, el organismo rector del fútbol norteamericano, con la esperanza de que esto impulse el orgullo nacional en un momento de atención mundial, han expresado medios locales.
La isla ártica que el presidente estadounidense Donald Trump quiere convertir en parte de Estados Unidos nunca ha jugado fútbol internacional competitivo. Partidos amistosos sí, contra las selecciones como Tibet, Laponia o Islandia. O en el Torneo de las Islas en el que ha llegado a jugar contra Menorca.
Groenlandia es un territorio semiautónomo bajo administración de Dinamarca ha buscado durante años convertirse en miembro de la UEFA, sin éxito.
Ahora, Groenlandia ha sido invitada por el secretario general de la CONCACAF, Philippe Moggio, a una reunión el 27 de febrero en la sede del organismo en Miami, según el jefe de la Asociación de Fútbol de Groenlandia, Kenneth Kleist.
La UEFA exige que sus miembros sean reconocidos como totalmente independientes por las Naciones Unidas. La CONCACAF permite la adhesión de territorios autónomos.
La reunión se celebrará en un momento de renovado interés estadounidense en la isla de importancia estratégica y en medio de un creciente deseo de independencia de Dinamarca entre la población de la isla, de apenas 57.000 habitantes.
La isla más grande del mundo tiene menos de 20 campos de fútbol, sería el 42º miembro de la asociación continental si se aprueba.