Móstoles ha vuelto a poner el foco en el deterioro del servicio de Cercanías, especialmente en la estación de El Soto, que los vecinos describen como una reliquia "de los años 70-80" en estado de abandono. El alcalde ha enviado una nueva carta al ministro de Transportes, Óscar Puente, exigiendo soluciones ante las más de mil incidencias registradas el pasado año en la línea C5 y el deplorable estado de la infraestructura, que carece de ascensores y rampas.
La estación, según denuncian los residentes, está plagada de barreras arquitectónicas que convierten el acceso en una "pesadilla" para personas con movilidad reducida, mayores, familias con carritos de bebé o vecinos con cargas pesadas. "Entrar es como retroceder 40 años en el tiempo", señala Raquel Criado, una de las afectadas, quien destaca la presencia de siete tramos de escaleras sin adaptar, tanto dentro como fuera de la estación.
Juan Carlos, usuario en silla de ruedas, lamenta la situación: "Nos limita muchísimo. Para trabajo, estudios u ocio necesitamos el tren, pero no podemos acceder. Ni siquiera hay una rampa con barandilla". Otros vecinos coinciden: "Es bastante fastidioso para carritos, y no me imagino lo que debe ser venir con un bebé o en silla de ruedas. Súper inaccesible".
Un cruce de responsabilidades entre ADIF y Renfe
El Ayuntamiento de Móstoles ha solicitado formalmente la rehabilitación de la estación, pero la respuesta desde las instituciones es un juego de culpas. ADIF asegura que la competencia recae en Renfe, mientras que Renfe apunta de vuelta a ADIF, dejando a los vecinos sin soluciones concretas. "Es una pena y un disparate que en pleno 2025 tengamos una estación así, y lleva años en este estado", critica el alcalde.
Una estación "de terror" que clama por la modernización
Los testimonios de los usuarios son contundentes. "Está muy mal cuidada, muy descuidada… parece una película de terror", describe un vecino. La falta de mantenimiento y la ausencia de adaptaciones básicas agravan la situación en una ciudad de las afueras de Madrid, donde el Cercanías es esencial para conectar con la capital.
La presión vecinal no cesa. "Queremos una estación para todos", reclaman, mientras el Ayuntamiento insiste en que el Ministerio debe actuar. Por ahora, la carta a Óscar Puente espera respuesta, y los habitantes de Móstoles aguardan una modernización que devuelva dignidad y accesibilidad a su día a día.