Los resultados del PSOE en las pasadas elecciones al Parlamento de Andalucía reavivaron las ascuas de las diferencias internas entre la dirección federal que lidera Pedro Sánchez y la regional que encabeza Susana Díaz.
Tras conocerse la debacle del PSOE Andalucía en las urnas con la pérdida de 400.000 votos y la caída de 14 parlamentarios al pasar de 47 a 33 escaños, hubo quién en Ferraz miró a Sevilla para exigir una rendición de cuentas por unos resultados que auguran la pérdida del gobierno andaluz.
Pero horas después, las declaraciones de Ábalos el lunes en Ferraz hizo saltar las alarmas en Sevilla. Cuando llegaron las primeras noticias de que abría la puerta a la salida de Díaz y de que Ferraz se implicará en un "proyecto renovador" del PSOE de Andalucía, no daban crédito porque minutos antes de comparecer, el secretario de Organización había "pactado" con su homólogo andaluz, Juan Cornejo, la declaración que iba a leer para no perjudicar a los intereses de Díaz. Pero según las fuentes consultadas por Servimedia lo que dijo no se parecía "en nada" a lo acordado y eso provocó la "furia" de algunos de los próximos a Díaz que le "animaron" a plantar cara. Mientras se iniciaban esas horas de mucha tensión y desconfianza, se abrían dos frentes en Madrid y Sevilla entre los que exigían responsabilidades a los que pedían "temple", tanto a unos como a otros. "Vamos a llevarnos bien, será mejor", decían algunos a Servimedia.
La máxima autoridad del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, muy próxima a Díaz publicó un mensaje en Twitter en el que se preguntaba "cómo es posible que se pida la dimisión de quién gana unas elecciones y no se le pida responsabilidades a quien las pierde? Doble vara de medir? El mundo al revés", en lo que se entendió un mensaje directo de Díaz a Sánchez.
Para este martes, la presidenta andaluza Susana Díaz había "llenado" la mañana de entrevistas para rechazar cualquier injerencia de Ferraz y plantar cara, fruto de su "enfado", pero finalmente rebajó a tres. En ellas, respondió a Ábalos que "se regenera lo que está degenerado".
Una vez que desde el resto de federaciones y por el interior del PSOE se extendieron las alarmas de posible crisis interna y de eso perjudicaba al partido ante una nueva cita electoral, se produjeron un par de conversaciones entre Cornejo y Ábalos que amainaron la tensión después de que el ministro le aclarara la "mala interpretación" que habían hecho desde Andalucía y que Cornejo le reprochara que también lo habían hecho así de mal "todos" los medios de comunicación de España.
Así, en la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE que encabezó este martes Pedro Sánchez, se habló de la situación y se decidido apoyar al partido en Andalucía en su intento de formación del gobierno andaluz como fuerza mayoritaria, tras las "críticas" por la estrategia fijada por Díaz de desentenderse del Ejecutivo que preside Sánchez.
Aunque algunas fuentes afirman que algún ejecutivo pidió elecciones en los próximos meses, la cuestión se centró más en cómo como recuperar el electorado que se quedó en casa y evitar que haya esa traslación a los comicios municipales, autonómicos y europeos de mayo, dejando al margen la asuncion de responsabilidades.
En la reunión se apostó por la "unidad" porque, como algunos líderes territoriales reconocen en privado, "no tiene sentido" que se reabra una disputa interna en este momento porque hay que "generar estabilidad".