Fernando Simón, médico epidemiólogo y director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, fue la figura visible del Ministerio de Sanidad durante la pandemia de COVID-19 en España.
Su gestión, sin embargo, estuvo envuelta en controversia desde el principio, cuando el 31 de enero de 2020, un día después de que la OMS declarara la emergencia internacional, afirmó: “España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado”. Ese mismo día, se registró el primer caso en el país: un turista alemán en La Gomera.
Aquel pronóstico fallido marcó el inicio de una serie de declaraciones y decisiones que generaron debate.
El 13 de febrero, con el virus ya circulando y un primer fallecido confirmado, el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, restó importancia a la situación: “Estamos trabajando bien esta situación y estamos preparados y no hay ninguna razón de salud pública que aconseje tomar ninguna medida”. Esa confianza llevó a Simón a respaldar eventos masivos como las manifestaciones del 8M, asegurando el 7 de marzo: “Si mi hijo me preguntara si puede ir a la manifestación, le diría que haga lo que quiera”. Seis días después, el 14 de marzo, el Gobierno declaraba el estado de alarma y el confinamiento.
Las mascarillas también fueron un punto de inflexión en su gestión. El 26 de febrero de 2020, Simón afirmó: “No tiene ningún sentido que la población ahora mismo esté preocupada por si tiene o no tiene mascarillas en casa”. Sin embargo, su postura cambió con el tiempo: primero recomendó su uso y, finalmente, se convirtieron en obligatorias durante casi un año.
Las contradicciones no se detuvieron ahí. En octubre de 2020, osciló entre mensajes optimistas y preocupantes en pocos días: el 15 dijo “Sí que es cierto que se aprecia una cierta estabilización”, pero el 19 reconoció “Con ese ligero incremento que décima a décima vamos viendo”.
Simón también protagonizó momentos polémicos fuera de las cifras. En noviembre de 2020, durante una entrevista, realizó un comentario sexista por el que luego se disculpó: “¿Te gustaban las enfermedades infecciosas o las enfermeras infecciosas? No les preguntaba si eran infecciosas o no, eso se veía unos días después”.
Además, su manejo de las estadísticas de fallecidos generó críticas, especialmente cuando el 7 de mayo de 2020 afirmó: “No sabemos si se deben a un accidente de tráfico enorme”, ante las discrepancias entre los datos del Ministerio de Sanidad y los del INE.
Otro episodio controvertido ocurrió tras el verano de 2020, cuando Simón desapareció temporalmente de la escena pública para grabar un programa de televisión y montar en globo, mientras España enfrentaba una nueva ola de contagios. Su posado motero en una revista y las idas y venidas en sus mensajes consolidaron su imagen como una figura tan visible como discutida durante la crisis sanitaria.