Los militares desplegados en las tareas de reconstrucción de la DANA denuncian sus condiciones de trabajo. Tiendas de campaña en las que rezuma la humedad, precariedad en las duchas o camas de lona ponen en jaque su salud. Hace unas semanas la ministra de Defensa reconocía que hubo intoxicaciones e ingresos. Dos y meses y medio después de la DANA los militares continúan en tiendas de campaña, bajo el el frío y la humedad.
Marco Antonio Gómez, Presidente ATME (Asoc. de Tropa y Marinería Española), denuncian que viven bajo "techos llenos de gotas como si lloviese" producto de los propios sudores y vapores que se condensan, teniendo que "afrontar jornadas maratonianas día tras día".
Denuncian el estado de las duchas o las literas de lona en las que siguen durmiendo, y que ya deberían haber sido sustituidos por alguna edificabilidad.
Los militares temen por su salud tras las declaraciones de la titular de Defensa, Margarita Robles, en las que reconoció intoxicaciones durante las tareas de limpieza de los garajes. Trabajos, estos, que continúan y se agravan con gripes e insuficiencias pulmonares. Quieren explicaciones que ya han solicitado por escrito.
El contingente desplegado en la DANA exige dignidad. Actualmente hay cerca de 9.000 efectivos trabajando en la zona.