En un divertido reto para determinar quién es el más madrileño, Carlos Baute y Miguel Lago se enfrentaron en un juego de conocimientos sobre la ciudad.
El desafío, presentado con buen humor, consistió en responder preguntas históricas y geográficas sobre la capital, poniendo a prueba su memoria y conexión con Madrid.
La gran final puso a prueba su paladar con una curiosa degustación: entre tres vasos, solo uno contenía el auténtico agua del grifo de Madrid.
Vaso a vaso, entre bromas y momentos de tensión, se definió el reto, coronando a Carlos Baute como el más madrileño de la velada.