Pedro Díaz: "La esencia de este Rayo es exigirnos al máximo siempre"

Pedro Díaz llegó en verano procedente del Girondins. Llegó sin hacer ruído, convencido de haber acertado por el modo en que le habló Iñigo Pérez antes de venir.

Comenzó siendo suplente de modo habitual, pero nunca alzó la voz. Aguardó su momento y cuando le llegó lo aprovechó al máximo. Ahora acumula cinco partidos seguidos como titular y dos golazos contra el Real Madrid y la Real Sociedad.

Pedro Díaz es un asturiano de 26 años, canterano del Sporting de Gijón. Llegó al Rayo Vallecano desde la liga francesa. Y los primeros meses se los pasó en el banquillo. "No todo es jugar para aprender, aprendo también en los entrenamientos".

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"Yo llego nuevo, a una división nueva, a un equipo con mucho nivel y lo mínimo que debo hacer es respetar a mis compañeros, que están dando un gran nivel. Lo mío era cerrar la boca, no dar problemas y mejorarç2.

"La oportunidad siempre te llega, lo que hice fue estar preparado y dar el nivel, porque entonces es cuando hay que dar el callo, si no lo aprovechas es cuando el cuerpo técnico sabe que no estás preparado y eso te resta más que te suma"

Desde el 7 de febrero contra el Valladolid se ha hecho con un hueco en el equipo. Ese día suplió a Unai López, que se marchó lesionado. Un punto de inflexión. De entre sus grandes virtudes una por encima de las otras, su gran golpeo, que ha quedado demostrado con los dos goles que ha anotado contra el Real Madrid y la Real Sociedad.

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"Me muero de ganar por pegarle a la pelota. Siempre me gustó, siempre lo practiqué. Es lo que más me gusta con diferencia, chutar a puerta. A día de hoy no soy consciente de la repercusión que tuvo el gol del Bernabéu, el estadio que es, marcar allí es muy difícil, todavía sigo procesándolo".

Si le preguntas cuál es el aspecto clave de este Rayo de Iñigo, él lo tiene claro: "Exigencia máxima todo el rato, no conformarnos con nada, es la esencia del Rayo, por eso funcionamos así, jugamos con mucho ritmo, es una de las claves del éxito del grupo".

"Iñigo es muy pesado en el buen sentido, exigente, gritándote, parece bipolar, te grita y luego al rato te habla tan tranquilo. Es muy buen entrenador, te exige mucho, no te deja que te relajes, eso te da un gran aprendizaje".

Habla de la mala racha de resultados del equipo, aunque el juego está siendo bueno, de si piensan en Europa o no en el vestuario y de su afición al piano. Se considera un principiante, pero le encanta. Admira la expresión musical y presume de uno de sus hermanos, que es músico.