Se cumplen diez años desde que Diego Pablo Simeone entró por primera vez como entrenador en el vestuario del Atlético de Madrid.
Los rojiblancos estaban a 21 puntos de la cabeza de la Liga, solo con cuatro de margen sobre el descenso, y acababan de ser eliminados en Copa por el Albacete, equipo de Segunda B.
En aquel vestuario estaba Álvaro Domínguez: "Desde el primer día el Cholo se erigió en el líder del vestuario, era el capitán del barco y nadie le podía toser. Cambió nuestra mentalidad haciendo hincapié en los pequeños detalles. Cada entrenamiento era una master class. Es un enfermo del fútbol, no hay más que ver cómo vive todos los partidos. El mérito es ser tan constante después de tantos años. Sabe cuál es su camino y nadie lo va a desestabilizar".