El desbordamiento del río Tajuña, agravado por el desembalse de la presa de La Tajera, ha convertido las fértiles tierras de Titulcia, conocidas como "la tierra del ajo", en un paisaje anegado que recuerda a una plantación de arroz.
Más de 100 hectáreas de cultivos, incluyendo ajos, cereales, guisantes y cebada, han quedado anegadas, dejando a los agricultores al borde de la ruina con pérdidas estimadas entre 400 y 500 mil euros.
Los lodos y cañaverales impiden que el agua del río fluya con normalidad
Raúl, un agricultor local, relata con resignación el impacto de las inundaciones que comenzaron el viernes de la semana pasada y que, tras cinco días, no muestran signos de remitir. "Esto es irrecuperable", asegura mientras muestra un ajo arrancado de la tierra, ya podrido por el exceso de agua. Solo en su finca, 50 hectáreas de ajos han sido arrasadas, y parcelas vecinas de cereal y guisantes corren la misma suerte.
"El agua sube, salta por los quijeros y se nos inundan las parcelas", explica, señalando que el río, cargado de lodo y cañaverales, no permite que el agua fluya con normalidad.
Los seguros no cubrirán las pérdidas
La situación se agrava con las previsiones de lluvia para todo el día y el continuo desembalse de la presa, que mantiene el nivel del agua en ascenso. "Si deja de llover y sale el sol, se cuece todo y se seca", lamenta Raúl, describiendo cómo los cultivos se pudren bajo el agua o se pierden al secarse. A esto se suma la falta de soluciones efectivas: los seguros, según el agricultor, "se lavan las manos" y no cubren las pérdidas, dejando a los productores sin respaldo económico.
Cortes en la M-404 por balsa de agua
Las carreteras también han sufrido las consecuencias. La M-404 en Titulcia ha sido parcialmente cortada por una gran balsa de agua, regulada ahora con semáforos portátiles, mientras que otras vías como la M-600, M-611, M-505 y M-404 presentan cortes o requieren extrema precaución debido a las inundaciones. La región permanece en alerta roja por el desbordamiento de los ríos Jarama, Henares y Alberche.
Desembalses y falta de mantenimiento de los cauces
Los agricultores señalan como causa adicional la falta de mantenimiento de los cauces. "Si limpiaran los ríos, el agua correría y no llegaríamos a estos extremos", reclama Raúl, quien pide que los desembalses se realicen de manera más controlada para minimizar el daño. Sin embargo, la sensación de abandono predomina: "Tendremos que comer, unos tienen un trabajo, nosotros esto", reflexiona, enfrentado a un futuro incierto.