En el Madrid mazo guapo, Nieves Ortiz nos ha hablado del estanque de tormentas de Arroyofresno, uno de los más grandes del planeta que está ubicado en Madrid.
Los tanques de tormenta son depósitos subterráneos de grandes dimensiones donde se recogen y almacenan las primeras aguas de lluvia para evitar que la red de alcantarillado y las depuradoras vean sobrepasada su capacidad.
Como explica Marta López, jefa del departamento de alcantarillado del Ayuntamiento, han sido diseñados para intentar que esas aguas residuales acaben en los ríos, en el caso de Arroyofresno, en el Manzanares. Aguas pluviales que son más contaminantes incluso que las aguas negras que circulan por los colectores procedentes de comercios y viviendas y que también acaban en estos depósitos.
Construido en 2008
Este tanque está en el Club de Campo de Madrid, en la carretera de Castilla. Arriba muchos juegan al golf seguramente sin saber que bajo sus pies existe este mastodóntico bunker cuya presencia solo delata una pequeña caseta.
En total tiene una altura de dos pisos y una superficie equivalente a cinco campos de fútbol y la profundidad de la Torre Picasso, con una capacidad de 400.000 metros cúbicos. Se construyó aprovechando las obras de soterramiento de la M-30 allá por el 2008.
Las aguas llegan por una macrotubería conectada al sistema de alcantarillado que fue construida con una tuneladora como las que se emplean para hacer los túneles del metro. El colector tiene 7 metros de diámetro y 3 kilometros de longitud que pasa por debajo de la A6, debajo del río y de la M30.
Por ese conducto llegan millones de metros cúbicos de agua a gran velocidad que acaban en esos depósitos con una fuerza descomunal.
Aguas residuales que se van depositando en estas instalaciones, que después pasan por un sistema de bombeo a depuradoras o colectores en función de su caudal para ser tratadas antes de vertirlas al río y evitar esa contaminación provocada por ejemplo por las toallitas que dan tanto trabajo.
Este lugar es bastante desconocido pero nada ajeno por su espectacularidad para los expertos en localización que lo han elegido como escenarios para múltiples rodajes, entre ellos vídeos musicales, películas o series como la Casa de Papel.
