¿Por qué la sala de fiestas mítica de Madrid se llama Florida Park?

Hablamos del Florida Park en el Madrid mazo guapo de Nieves Ortiz de Onda Madrid, emisora pública que nació un 18 de febrero de 1985 y que vamos a celebrar en la mítica sala de fiestas de la que hacemos un repaso histórico en el Buenos Días Madrid que dirige y presenta Ely del Valle.

No se puede contar la historia del Florida Park sin contar la de los Jardines del Buen Retiro, dos lugares destinados al espectáculo y al entretenimiento.

Pedro López Carcelén recuerda que el Retiro fue creado en tiempos de Felipe IV como lugar de diversión, donde había fiestas casi diarias, bailes, representaciones teatrales, festejos taurinos y donde hasta se navegaba y se cazaba.

La llegada de las tropas napoleónicas, ya en el siglo XIX, destrozaron tanto el Palacio como los jardines, y Fernando VII ordenó una restauración para uso privado con una serie de construcciones como la famosa montaña de los gatos o la casita del pescador.

Entre esas construcciones estuvo la conocida como la casa del contrabandista, origen de la construcción del Florida Park, nombre al que se refiere el arquitecto Pablo Olalquiaga. Era un pequeño edificio techado con una cúpula, levantado sobre una de las antiguas norias de las que se extraía agua para regar los jardines y las huertas y para llenar los estanques del parque.

Era un pequeño edificio techado con una cúpula, levantado sobre una de las antiguas norias de las que se extraía agua para regar los jardines y las huertas y para llenar los estanques del parque.

Hubo un momento en el que El Retiro pasó a manos del Ayuntamiento de Madrid permitiendo que los jardines fueran un lugar de diversión para el pueblo y el Florida Park empezó a tomar otros destinos y usos.

Se transformó primero en laboratorio microbiológico, donde se alababan las ventajas de los microscópicos para la ciencia. Y también fue gabinete oxigenoterápico, donde se trataban toda suerte de enfermedades con aguas oxigenadas.

Aquella especie de balneario pronto degeneró en un puesto de cervezas y bocadillos hasta que en el Ayuntamiento pensaron que, ante la deriva un poco descontrolada que había, lo mejor era ceder la licencia a establecimientos hosteleros con experiencia. Fue cuando en los años 20 el lugar se convirtió en un salón de té llamado Viena Park asociado al café Viena.

Varias décadas después, allá por 1942, el espacio tomaría el nombre de «Florida» cuando pasó a depender del Hotel Florida de Callao.

Ya en los años 40 era frecuentado por artistas como Rita Hayworth, Lauren Bacall, Sofia Loren o Ava Gardner, que llegó a vivir largas temporadas en nuestro país. Eran tiempos en los que Madrid era plató de rodajes incentivados por los bajos costes de producción.

Fue 1976 cuando llegó la televisión al Florida Park. José María Íñigo presentó desde la esta sala de fiestas un programa para Televisión española dedicado al entretenimiento con actuaciones musicales. Entre el público siempre había famosos. Toreros, actores o actrices, cómicos o cantantes...

Todo el mundo quería participar de un espectáculo que ha dejado momentos gloriosos para la memoria colectiva. Uno de ellos lo protagonizó Lola Flores actuando en directo sorprendiendo a los presentes y a los millones de espectadores que seguían el show. Con su vestido flamenco de flecos estaba dándolo todo y uno de sus pendientes salió disparado.

Recordamos otro momentazo que se vivió durante la actuación de Raffaela Carrá y que nos relata el periodista Antonio Castro. El programa de Íñigo también fue el punto de partida de carreras artísticas como la de Miguel Bosé.

Sin duda uno de los programas más destacados que se grabó en el Florida fue un especial de cinco horas emitido durante el 15 de junio de 1977 cuando se celebraban las primeras elecciones libres en nuestro país tras la muerte de Franco. La estrella de la noche fue Julio Iglesias, que abrió la gala en el escenario estrenando uno de sus temas míticos.

Los años 70 fueron la época dorada del Florida pero sigue estando de moda. Su escenario de bombillas plateadas y lámparas de araña ha acogido hasta la fecha varias galas de fin de año, fiestas privadas, bodas y eventos de todo tipo.

En esta edición en la hemos viajado al pasado, situándonos en 1985, contamos la historia de este lugar iónico hasta entonces.