León llora a los cinco mineros, de 32 a 54 años que perdieron la vida en la explosión de la mina en Cerredo, en Asturias. El pueblo leonés de Villablino, ha acogido esta mañana la capilla ardiente de 4 de las víctimas, mientras la del quinto fallecido se ha instalado en Bembibre.
La investigación se centra ahora en dilucidar si los trabajos en la mina se ajustaban a la licencia concedida a la empresa en verano de 2024. Y si la causa del accidente fue una fuga de grisú, un gas presente en minas de hulla que al contacto con el aire provoca explosiones.
