El expresidente de la Generalitat de Cataluña Quim Torra ha llevado por primera vez a España ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por el uso del programa Pegasus para espiar a políticos, en una demanda en que alega que él mismo fue víctima de ese 'software' cuando estaba en ejercicio.
Torra, al que un informe de la agencia Citizen Lab reconoce que fue espiado con Pegasus en 2020, y el exdiputado de Junts Josep Costa, exvicepresidente primero del Parlament, cuyo móvil fue infectado con el 'software' malicioso en 2019, han anunciado la presentación de sendas demandas ante el TEDH, al que piden que condene a España por vulnerar sus derechos fundamentales.
"Somos conscientes que dentro del Estado español nuestras posibilidades son, si no muy limitadas, prácticamente nulas, porque conocemos perfectamente que, siendo miembros de un grupo objetivamente identificable como son los independentistas catalanes, pues nuestras demandas difícilmente serán nunca atendidas", ha dicho Torra, quien ha celebrado que el caso haya llegado al tribunal europeo.
Tras resaltar que fue espiado entre mayo y julio de 2020, cuando era presidente de la Generalitat, Torra se ha mostrado indignado de que ese hecho "no haya tenido ninguna repercusión política", pese al contexto en que tuvieron lugar las infecciones: en plena pandemia y cuando ya estaba próxima su inhabilitación por desobediencia.
A diferencia de otras víctimas del espionaje que acudieron a la vía penal -como el expresidente catalán Pere Aragonès, que ha logrado la imputación de la exdirectora del CNI Paz Esteban-, Torra y Costa optaron por presentar una demanda ante la justicia contencioso-administrativa, para que reconociera la vulneración de sus derechos y ordenara eliminar la información que se les extrajo.
En su comparecencia ante los grupos del Congreso a raíz del escándalo de Pegasus, que motivó su destitución, Paz Esteban reconoció que 18 políticos vinculados al independentismo habían sido atacados con el software malicioso, aunque siempre con aval judicial. Ni Torra ni Costa figuran en esa lista, han recalcado.
Torra, cuyo móvil fue infectado en siete ocasiones entre mayo y julio de 2022, ha lamentado que, mientras las distintas investigaciones en curso han ido acreditando el espionaje destapado por Citizen Lab, "en este país no ha pasado nada, no habido ninguna responsabilidad política, no se ha exigido ninguna dimisión".
"Que me espiasen por mi actividad política como president me parece grave, pero que me espiaran en un contexto como el de la pandemia, ya no sé como calificarlo", ha remachado Torra.